Hijo mío, no olvides mi enseñanza, y que tu corazón observe mis mandamientos,
porque ellos te aportarán largos días, años de vida y prosperidad.
Que nunca te abandonen la buena fe y la lealtad: átalas a tu cuello, escríbelas sobre la tabla de tu corazón
porque ellos te aportarán largos días, años de vida y prosperidad.
Que nunca te abandonen la buena fe y la lealtad: átalas a tu cuello, escríbelas sobre la tabla de tu corazón